martes, 26 de noviembre de 2013
Cosas que contar...
Tengo esclerosis multiple remitente recurrente....
Los días pasan y yo los veo pasar, pero no como si participara en ellos, sino como si fuera una mera espectadora a la que no afecta lo que pasa alrededor del mundo, del mundo exterior, porque lo que pasa en mi mundo, en el interior, invade mi ser y me hace sentir desgraciada, incomprendida, desdichada,como si yo no perteneciera a este lugar, como si no fuera mi sitio.
No encuentro el lugar que me haga sentir bien, quizás es porque yo no estoy bien y no lo estaré en ningún lugar, puesto que mi cuerpo y mis sentimientos me acompañan donde quiera que vaya y no me puedo liberar de ellos.
Me siento apática, sin ganas, ni ilusión. No encuentro placer en las cosas que antes me lo hacían sentir, ni tengo perspectivas de nada, ni ningún proyecto a la vista. Éso hace que la sensación de vacío sea aún mayor, como si viviera simplemente porque me ha tocado, porque no me queda otro remedio, pero sin conseguir sacarle el jugo a la vida.
¿Cuánto tiempo se puede estar así? Hay mañanas en las que me despierto y pienso que hoy será un día distinto, pero no, es igual al anterior y todas mis expectativas matutinas se convierten en piezas de dominó que poco a poco van cayendo una a una, hasta que al final todas quedan esparcidas boca abajo.
Los días pasan y yo los veo pasar, pero no como si participara en ellos, sino como si fuera una mera espectadora a la que no afecta lo que pasa alrededor del mundo, del mundo exterior, porque lo que pasa en mi mundo, en el interior, invade mi ser y me hace sentir desgraciada, incomprendida, desdichada,como si yo no perteneciera a este lugar, como si no fuera mi sitio.
No encuentro el lugar que me haga sentir bien, quizás es porque yo no estoy bien y no lo estaré en ningún lugar, puesto que mi cuerpo y mis sentimientos me acompañan donde quiera que vaya y no me puedo liberar de ellos.
Me siento apática, sin ganas, ni ilusión. No encuentro placer en las cosas que antes me lo hacían sentir, ni tengo perspectivas de nada, ni ningún proyecto a la vista. Éso hace que la sensación de vacío sea aún mayor, como si viviera simplemente porque me ha tocado, porque no me queda otro remedio, pero sin conseguir sacarle el jugo a la vida.
¿Cuánto tiempo se puede estar así? Hay mañanas en las que me despierto y pienso que hoy será un día distinto, pero no, es igual al anterior y todas mis expectativas matutinas se convierten en piezas de dominó que poco a poco van cayendo una a una, hasta que al final todas quedan esparcidas boca abajo.
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